IGLESIA DE SAN FRANCISCO
Levantada en el siglo XVII sobre un solar ocupado anteriormente por otro templo, también de la Orden Franciscana, tuvo adosada a ella un convento para la vida de la comunidad, cuyo apogeo se documenta en el siglo XVIII, fecha en la que alcanzó los veintiocho miembros.
El templo es de planta rectangular, de tres naves divididas lateralmente en tres tramos, con bóveda de medio cañón sostenida por arcos fajones sobre pilares, y ábside plano. En su cabecera, sobre el crucero, se eleva una cúpula sobre pechinas con pinturas alegóricas de los Cuatro Evangelistas. El coro se alza sobre sus pies.
Posee un rico retablo, de mediados de nuestro siglo, recubierto de finas láminas de oro, que presenta en su parte central el lienzo del Cristo del Consuelo, Patrón de la ciudad, y a cada uno de sus dos lados otros tantos cuadros de Alfonso Grosso con escenas de la Pasión. El cuerpo superior queda coronado por tres pinturas de Juan Miguel Sánchez alusivas al fundador de la Orden.
Otros elementos interiores dignos de destacar son su púlpito en nogal y las capillas, tanto del crucero como laterales, así como los retablos e imágenes que en ellas se muestran.
En su fachada, construida en toba entre hileras horizontales de ladrillos, una fina portada de traza renacentista coronada por un frontón con el escudo franciscano, da acceso al templo. Junto a ella, adosada a su lado oeste, se levanta la torre del campanario.
Desde comienzos del siglo XIX el templo acoge el cuadro del Cristo del Consuelo, de secular y sentidísima devoción en la ciudad, que hasta entonces se venerara en la Iglesia de Santa María, (Parroquia primigenia situada en la Plaza del mismo nombre o “Plaza Vieja”,en el casco antiguo de la ciudad), y a la que las catástrofes naturales y las guerras redujeron a los restos que hoy sobreviven.
Texto: Juan Antonio Bueno Cuadros
Cronista Oficial de Cazorla
Calle San Francisco, 18
23470, Cazorla